Todas las tecnologías o métodos tradicionales de extinción de incendios tienen el mismo problema: se aplican cuando el daño ya está hecho. Se use el medio que se use, espuma, agua nebulizada, aspersores, gas o agua, todos se activan o utilizan cuando ya se ha detectado el fuego. En otras palabras, los métodos comunes y conocidos de extinción de incendios son soluciones exclusivamente reactivas. A menudo, los daños que causan los medios de extinción son peores que los que provoca el propio fuego. Además, existen multitud de aplicaciones, como es el caso de los centros de datos, las salas de servidores, las cámaras frigoríficas, las industrias papeleras y muchas más, donde las consecuencias de usar agua o gas pueden ser desastrosas. Siempre que la electricidad aparece en escena, el uso de agua puede desencadenar situaciones realmente catastróficas. Los almacenes de grandes dimensiones, como las cámaras frigoríficas, no se pueden anegar con un depósito de gas, por ejemplo.
Isolcell tiene como objetivo proporcionar una solución óptima para la mayoría de las aplicaciones antes mencionadas, que garantice la máxima seguridad impidiendo simplemente que el fuego llegue a declararse.
«Eliminar completamente el riesgo de incendio y salvaguardar a las personas, los edificios y sus contenidos ya es posible gracias a los sistemas de agotamiento de oxígeno N2 ORS de Isolcell».
Para que un fuego se declare, son necesarios tres elementos: Calor, combustibles y un agente de oxidación, normalmente el oxígeno. Cuando estos elementos se combinan en las proporciones adecuadas, el resultado natural es un fuego. Para poder prevenir o extinguir un fuego, hay que eliminar cualquiera de estos elementos. Una vez que el fuego se ha declarado, las reacciones exotérmicas en cadena lo alimentan y mantienen el incendio hasta que o a menos que se elimine uno de los elementos que lo sustentan.
Los métodos tradicionales de combatir el fuego lo que hacen es privar al fuego del oxígeno que necesita para seguir ardiendo, bajar la temperatura del combustible por debajo de la temperatura de ignición, o bien crear una barrera de gases inertes que ataquen la reacción química responsable del fuego.
Con N2 ORS®, prevenimos activamente el inicio del proceso de combustión reduciendo ininterrumpidamente la cantidad de oxígeno.
• Elimina el riesgo de incendio
• Cero falsas alarmas
• Protección constante (24/7/365)
• Continuidad de las actividades laborales (business continuity)
• Ninguna falsa activación
• Ninguna activación manual necesaria
• Ningún daño causado por agentes de extinción
• Ningún residuo
• Concentración de oxígeno adaptable (según el material que se debe proteger)
• Natural
• Ecológico
• Tolerable para el hombre
• Exactitud del retículo virtual
• Más adaptabilidad al área que se debe proteger
• Sistema regulado y certificado
• Redundancia de la instalación
• Más seguridad en la medición del oxígeno
• Provisto de autodiagnóstico
• Instalación plug & play
• Fácilmente reprogramable
• Instalación visualizable a distancia
• Adaptable también a áreas sujetas a restricciones normativas
• Posibilidad de realización para responder a todo tipo de riesgo
• Posibilidad de integración con sistemas ya existentes
• Amplia personalización
• Se adapta de forma discreta al área que se debe proteger
• Silencioso
• Menos costes de gestión y mantenimiento
• Menor consumo energético
En esta fase, se genera la atmósfera baja en oxígeno. Todas nuestras técnicas de producción de atmósfera baja en oxígeno consisten en sistemas verdaderamente ecológicos: utilizamos solo el aire de la atmósfera, sin recurrir a sustancias químicas ni añadir aditivos.
La atmósfera creada se introduce en el área que se desea proteger a través de una red de distribución.
Mediante un sistema especial llamado «retículo virtual», una serie de sensores de oxígeno analiza toda el área protegida y comunica los resultados a la unidad de control, de forma tal que el ambiente permanezca bajo constante observación y monitorización.
Cuando se detecta un valor de oxígeno que se desvía del deseado, la unidad de control activa los generadores de atmósfera baja en oxígeno durante el tiempo necesario para restablecer los valores definidos.
El retículo virtual y el sistema de rotación, hecho posible gracias a la modularidad de los generadores, permiten optimizar el consumo de energía y los costes de funcionamiento, puesto que hacen que los equipos se alternen de forma cíclica y se limiten las horas de funcionamiento y, por ende, el desgaste y la necesidad de mantenimiento.
Copyright 2023 © Isolcell SpA | Privacy Policy | Cookie Policy